No puedo prometer que publique entradas todos los días. Tal vez esté inactivo durante meses.
Pero puedo prometer y lo haré, que todo lo que aquí publique habrá salido de mi pluma y corazón.

Datos personales

Mi foto
siempre podremos volver a acariciar esta cicatriz con la yema de los dedos. eso no me lo podrás quitar.

domingo, 12 de febrero de 2012

sábado, 11 de febrero de 2012

sal.
lárgate,
¿qué importa?
no ha significado nada. 
espero que te diviertas,
espero que no pienses en mi.
pero no es preciso que lo espere.

tú nunca piensas en mi.

nunca lo sabremos

Nunca vas a saber quien soy,
que toco la guitarra, que quiero aprender a tocar el piano. Que me pongo camomila.
Que mi champú es Pantene, y mi pasta de dientes Colgate.
Que mi libro favorito es "El temor de un hombre sabio", que adoro a Johny Cash.
Nunca sabrás que duermo cara a la pared, y despierto abrazado a la almohada.
Que me ducho por la tarde, y siempre desayuno leche con Nesquik y azúcar.
Que soy melómano. 
Que me muerdo las uñas.
Que odio las ciencias, las arañas, y las serpientes.
Que soy de los que prefieren comprar discos que ropa.
Nunca sabrás la marca de mi colonia. Nunca olerás mi colonia.
No conocerás mi cara por las mañanas, ni mi manía de dormir con la puerta cerrada.
Nunca sabrás que solo uso dos pares de zapatillas. Tres, si me apuras.
Que me gusta ir en bici.
Que no me gustan los deportes.
Que adoro los gatos, más que los perros.
Nunca sabrás cosas de mi que solo tú podrías conocer.
....ni viceversa.
No. 
Nunca lo sabrás.
Nunca lo sabremos...





viernes, 10 de febrero de 2012

consumirse...

Me asusta la sencillez de nuestra historia.
Y me da miedo que sea tan insignificante,
que su propia existencia signifique su propio final.

martes, 7 de febrero de 2012

... nunca más volver.

Sí, lo admito,
me aislé. Me cansé de sufrir.
Endurecí mi corazón, dejé de sentir, me marché a lo más alto.
No sentía alegría. Ni tristeza. Ni miedo. Ni frustración. Ni dolor. Ni ilusión.
Nada.
Era una veleta, una estatua dotada con capacidades humanas y arrebatada de toda sensación.
Iba, venía, andaba, dormía y comía.
Pero no sentía.
Cuando entendí que aquello me estaba arrebatando la vida, 
cuando me vi solo,
quise volver a la vida. 
Revivir.
Y, realmente, lo conseguí,
volví a sentir la tierra bajo mis pies.
Pero una parte de mi se quedó ahí, fría, privada de sentimientos.
Una gran parte de mi.
Más de lo que podía admitir.
...mucho más.
...
Pero entonces apareciste tú.
Y bajé.
Y sentí.
Sentí tantas cosas... algunas eran sensaciones angustiosas, pero todas ellas formaban parte de la vida, y las eché de menos, por mucho que me hicieran sufrir.
Ahora te has marchado. Y es que realmente, no fuiste más que un destello.
Y vuelvo a sentirme solo. Frío. Vuelvo a sentir que me elevo hacía arriba...
... y no quiero volver allí. 
Así que vuelve. por favor.
Juega conmigo, me da igual.
Ódiame, me da igual.
Pero por favor, te lo suplico: 
hazme sentir otra vez.





"Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido".

                                                     Luis Cernuda, Si el hombre pudiera decir lo que ama